Me gustan mucho las piedras, las perlas, viajar y el mar. Esta combinación me ha traído a Menorca, una isla muy especial para mí.
Las perlas de Tahiti son un regalo de un amigo de mi padre que vive en Polinesia y que me inspiran combinarlas con materiales como las piedras, por su energía así como la madera, que son todos materiales vivos.
La perla es un cuarzo que favorece el anclaje, lo que muchos necesitamos, volverse a reconectar con la tierra, nuestra propia tierra. Los cuarzos también nos invitan a esa conexión.